¿Nunca ha escuchado hablar del citomegalovirus? Usted no es la única persona

Citomegalovirus (CMV) es un virus común que infecta a personas de todas las edades. De hecho, más de la mitad de los adultos en los Estados Unidos se infecta con citomegalovirus antes de los 40 años de edad. Aún así, la mayoría de la gente no lo han escuchado. Junio es el Mes de Concientización sobre el Citomegalovirus. Averigüe más sobre la enfermedad y sobre cómo protegerse usted y su bebé.

¿Qué es el citomegalovirus (CMV)?

CMV es un virus. Usted puede contraer el CMV al entrar en contacto directo con los líquidos corporales de una persona que está infectada con el virus. Los adultos suelen contagiarse al tener relaciones sexuales con una persona infectada con el CMV o al tener contacto con niños infectados con el CMV.

La mayoría de las personas infectadas con el CMV no tienen síntomas y no saben que están infectadas.

Las señales y los síntomas del CMV en personas sanas pueden incluir:

  • Escalofríos y/o sudores
  • Falta de apetito
  • Fatiga (sentir mucho cansancio y tener poca energía)
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Dolor de garganta
  • Glándulas hinchadas

¿Puede el CMV perjudicar mi bebé?

Usted se lo puede transmitir a su bebé en cualquier momento durante el embarazo. Una vez que haya contraído la infección, el CMV permanece en su cuerpo de por vida. Aun así se lo puede transmitir a su bebé, pero no es muy común y por lo general no le causará daño a su bebé. Es más probable que lo transmita si se infecta por primera vez durante el embarazo o si una infección pasada con CMV entra en estado activo nuevamente, especialmente en el tercer trimestre.

También se lo puede transmitir a su bebé durante el parto y nacimiento, o al darle pecho. Si su bebé contrae el virus en estas situaciones y nació con un peso saludable, probablemente no tendrá problemas de salud. Los bebés prematuros (bebés nacidos antes de las 37 semanas de embarazo) y los bebés de bajo peso al nacer (bebés nacidos pesando menos de 5 libras, 8 onzas) pueden enfermarse si se infectan durante el nacimiento o al darles pecho.

La mayoría de los bebés que nacen con el CMV nunca muestran señales de la enfermedad y no tienen problemas de salud. Sin embargo, los bebés que se infectan con el CMV al nacer pueden tener problemas de salud a largo plazo, incluyendo:

¿Cómo puedo protegerme contra el CMV?

Estas son algunas cosas que puede hacer:

  • Lávese las manos con agua y jabón frecuentemente, en especial después de estar en contacto con los líquidos corporales de los bebés o los niños. Deseche con cuidado los pañales y pañuelos de papel usados. Lávese las manos después de cambiar pañales, alimentar, limpiar la secreción nasal y recoger juguetes de los niños.
  • Evite el contacto con las lágrimas o la saliva si besa a un niño, especialmente si usted es una persona embarazada. Bese a los bebés y niños en la cara o cabeza en vez de en los labios.
  • No comparta cepillos de dientes, alimentos, bebidas, tazas, pajillas, tenedores ni otros utensilios con niños pequeños o con otras personas que puedan tener el CMV. No se ponga el chupón del bebé en su boca.
  • Limpie con frecuencia los juguetes y los mesones.
  • Si su pareja tiene CMV, use un preservativo de látex para tener relaciones sexuales o simplemente no tenga relaciones.
  • Si trabaja en establecimientos de salud en contacto con personas que tienen el CMV, incluso recién nacidos, tome las precauciones de seguridad del lugar de trabajo para protegerse contra la infección. Lávese las manos con frecuencia y use guantes.

Comuníquese con su profesional de la salud si tiene señales o síntomas del CMV o si ha tenido contacto con alguien que tiene el virus.

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