Los opioides son una clase de medicamentos que se usan para reducir el dolor. Afectan el sistema nervioso del cuerpo. Los opioides ayudan a que nuestro cerebro libere sustancias químicas que pueden producir placer y alivio del dolor. Algunas veces, los profesionales de la salud los receta para aliviar el dolor, por ejemplo, después de una cirugía. Otras veces se consumen como drogas ilegales.
Los tipos de opioides incluyen:
Opioides recetados. Los profesionales de la salud pueden recetar estos medicamentos para tratar el dolor intenso, como después de una lesión o cirugía. Entre los ejemplos se incluyen la oxicodona (OxyContin), hidrocodona (Vicodin), morfina y metadona.
Fentanilo. Es un opioide sintético que es mucho más fuerte que otros opioides. Un profesional lo puede recetar para tratar el dolor fuerte, como en pacientes con cáncer avanzado. Pero el fentanilo a veces se fabrica ilegalmente como droga y se vende en la calle.
Heroína. Es un opioide ilegal. Aproximadamente 40 personas mueren de una sobredosis de heroína cada día en los Estados Unidos.
¿Qué es un trastorno por consumo de opioides?
La mayoría de la gente que toma opioides recetados puede dejar de usarlos sin que se cree una adición a ellos. Pero el uso repetido de opioides puede causar cambios en el cerebro y un impulso poderoso para continuar usándolos, lo cual puede producir adicción a ellos. Esto puede suceder cuando se toman opioides como drogas ilegales, cuando se usan los opioides recetados en forma contraria a las instrucciones del profesional, o hasta cuando se usan siguiendo sus instrucciones.
Cuando una persona tiene lo que llamamos trastorno por consumo de opioides también presenta ciertas tendencias que hace difícil dejar de usarlos, aunque cause problemas en su vida. Usted puede padecer un trastorno por consumo de opioides si:
- Toma más opioides de lo que le indica su profesional de la salud
- Tiene antojos (deseo fuerte) de tomar opioides
- Siente que no puede dejar de tomar opioides
- Necesita más opioides para conseguir el mismo efecto
- Tiene problemas en su casa, trabajo o estudios causados por los opioides
- Dedica tiempo y esfuerzo tratando de conseguir opioides
- Se siente mal o enfermo cuando deja de tomar opioides o cuando reduce la cantidad que toma
El trastorno por consumo de opioides es una enfermedad crónica. Puede ser tratado por un profesional para ayudarle a recuperar el control de su salud y de su vida.
Consumo de opioides y el embarazo
El trastorno por consumo de opioides durante el embarazo puede causar serios problemas tanto para usted como para su bebé. Hasta puede causar la muerte en una persona embarazada. Si padece el trastorno por consumo de opioides, puede tener problemas para cuidarse durante el embarazo. El trastorno por consumo de opioides también puede aumentar el riesgo de problemas como:
- Defectos de nacimiento en su bebé, incluyendo aquellos que afectan el corazón, abdomen, ojos, cerebro, espina dorsal y médula espinal
- Síndrome de abstinencia neonatal (NAS por sus siglas en inglés). Es un grupo de condiciones causadas cuando el bebé se abstiene de ciertas drogas a las que está expuesto en la matriz antes del nacimiento.
- Problemas con la placenta
- Problemas de crecimiento del bebé
- Nacimiento prematuro
- Aborto espontáneo o nacimiento sin vida
¿Debería evitar los opioides si puede embarazarse?
Muchos embarazos no son planeados. Si está tomando opioides, ellos podrían afectar a su bebé antes de que usted se dé cuenta de su embarazo. Hable con su profesional de la salud si está tomando opioides y puede embarazarse. Su profesional puede ofrecer opciones de medicamentos más seguros, o tratamiento si padece el trastorno por consumo de opioides. También puede hablar con su profesional sobre opciones contraceptivas para ayudar a evitar un embarazo no planeado cuando esté usando opioides.
¿Y si la persona está embarazada y tiene dolor que necesita tratamiento?
El embarazo no debería ser una razón para evitar el tratamiento del dolor fuerte. La Asociación Americana de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) afirma que los opioides pueden ser seguros durante el embarazo si se toman bajo las indicaciones de un profesional, pero aun así podrían causar NAS. Si una persona está embarazada o planeando un embarazo y tiene dolor, debe hablar con su profesional de la salud sobre los medicamentos y tratamientos más seguros en su caso. Su profesional podría tratar de evitar o limitar el uso de opioides. Si necesita que la receten opioides durante el embarazo, su profesional podría indicarle que los use durante el menor tiempo posible. Es importante seguir las indicaciones de su profesional si necesita tomar estos medicamentos.
Cómo obtener ayuda
Si una persona está embarazada o puede quedar embarazada, y piensa que padece el trastorno por consumo de opioides, debe hablar de inmediato con su profesional. Su profesional podría recetar un medicamento de opioide como metadona o buprenorfina y recomendar asesoría. Cuando su profesional administra este tratamiento, puede ayudar a reducir los síntomas de abstinencia y los antojos de tomar opioides.
Los síntomas de abstinencia que pueden suceder cuando usted está tomando opioides regularmente y entonces deja de tomarlos son muy incómodos. Este tipo de tratamiento puede reducir el riesgo de recaída (empezar a tomar opioides nuevamente) y ayudar a tener un embarazo más sano. También le puede ayudar a cuidar mejor de sí misma y de su bebé.
No deje de tomar un opioide sin consultar primero con su profesional de la salud. Dejar de tomarlo repentinamente puede causar problemas serios para su bebé.
Usted puede encontrar ayuda y recursos de tratamiento visitando el sitio web de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMSHA por sus siglas en inglés) o llamando a la línea telefónica al 1-800-662-HELP (4357).
Estos grupos de apoyo también pueden ser útiles para las personas que padecen el trastorno por consumo de opioides:
- Narcotics Anonymous — na.org (en inglés)
- SMART Recovery — smartrecovery.org (en inglés)
Aprenda más sobre el consumo de opioides durante el embarazo.
Tenga en cuenta que el contenido de esta publicación del blog es de hace más de dos años y es posible que ya no esté actualizado. Si tiene alguna pregunta sobre su salud, le recomendamos que consulte con su profesional de la salud.
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